Para hacer una ITE bien hecha hay que inspeccionar todo el edificio. Para hacerla bien hay que entrar en todas las dependencias del edificio, todas las viviendas, todos los locales, todos los trasteros, ya que en cualquiera de estos sitios puede existir una patología que haya que reparar.
Hay que mirar la cubierta, allí comprobar la estabilidad de las piezas de remate de pretiles, el adecuado mantenimiento de la superficie de cara a humedades, los pretiles, las paredes del castillete, en su caso, la estabilidad de antenas y tendederos, etc.
En las fachadas hay que ver si tienen algún tipo de fisura, humedad, grieta, etc. y, en especial, los puntos singulares como cornisas, balcones, voladizos, medianeras o recercos. Hay que comprobar que no existan grietas en estos puntos singulares y mucho menos signos de haberse desprendido material, en cuyos casos habría que reparar necesariamente. Por ello, es muy importante llevarse unos prismáticos. Nada de gafas, las gafas no son suficientes y mucho menos para el que no las precisa.
En las escaleras hay que inspeccionar muy bien la estabilidad de los peldaños, de las tabicas, de las huellas y de las barandillas de protección.
En fachadas, por dentro, también hay que comprobar que no se mueven los alféizares de ventanas, que las carpinterías están en un correcto estado de colocación y que no se filtra el agua de lluvia.
Respecto a los techos, es esencial comprobar la carencia de humedades y de grietas.
En la solería debemos revisar si está bien colocada, no está levantada, no tiene discontinuidades, no supone un peligro para quienes caminen sobre ella.
Por otro lado, en planta baja o sótano es necesario mirar los paramentos en sus partes inferiores para descartar la presencia de humedades de ascenso por capilaridad.
Espero que este breve repaso no exhaustivo sobre cómo hacer una inspección técnica de edificio os haya servido. Saludos.
